Pone el énfasis en el individuo contemplando la complejidad y variabilidad de cualquier conducta humana. La conformación del butano numerada como 1, es la mas estable y por lo tanto la de menor energía, puesto que los grupos más voluminoso, que contienen mayores interacciones repulsivas, se encuentran en lados opuestos por lo tanto muy alejados uno del otro, el cual se asigna un valor relativo de comparación de cero (0) kcal/mol. [ Links ], Faupel, Charles. La interpretación psicoindividualista comprime los límites dentro de los cuales se desarrolla el individuo, reduciendo la importancia de lo social (Musitu, 1998). Profesor del Departamento de Psicología Social de la Universidad de Valencia. [ Links ], Pons, Javier, S. Pinazo y A. Carreras. La prevención dentro de este modelo es asumida de manera integral y la acción interventiva se dirige hacia las causas del problema y no sólo hacia los síntomas. La familia como red de apoyo hacia sus integrantes. 1980 "A critique of the distribution of consumption model of prevention", en Thomas Harford, D.A. %PDF-1.5 [ Links ], Pastor, Yolanda, I. Balaguer y M. García–Merita. • Las intervenciones preventivas comienzan desde la infancia, pues el concepto de prevención primaria se convierte en inespecífico, orientado al desarrollo integral del individuo y no únicamente a la evitación de una conducta concreta. Palabras clave: consumo de sustancias, drogadicción, modelos epistemológicos, modelo socioecológico, psicología social de la salud. Lo que ocurre es que la intensidad de la intervención se dirigirá hacia la protección a corto plazo para la comunidad –del eventual riesgo producido por el consumidor– y para el propio consumidor. 1993 "Max Weber, formal rationality and health lifestyles", en The Sociological Quarterly, núm. Este texto aborda la importancia del grupo más cercano a un individuo, que es la familia, y es a través de éste, el conductor de diversas formas de muestra de amor, motivación y apoyo hacia un integrante de su familia que sufre una enfermedad mental. El término "consumo" hace referencia a la ingestión de una sustancia por parte de una persona en un momento dado. Guía para la Elaboración del Programa Interno de. • Determinadas variables psicológicas actúan como factores predisponentes de la conducta de consumo y de adicción, tales como rasgos de personalidad, estructura motivacional –jerarquía de valores mantenida por el individuo– o actitudes hacia las drogas –lo que piensa o espera de ellas–. 203–210. Esta perspectiva asume que el consumo de drogas forma parte de los estilos de vida de una persona, y éstos, a su vez, están íntimamente vinculados a los estilos de vida de sus grupos de referencia. El objetivo será que dicho consumo tenga los mínimos efectos negativos posibles para las personas y para la sociedad. 2002 "El consumo de inhalables y cannabis en la preadolescencia: análisis multivariado de factores predisponentes", en Anales de Psicología,núm. 2007 Adolescentes: ocio y consumo de alcohol, Madrid, Entinema. Un modelo representativo de trabajo es el de las escuelas de padres y madres, instancia educativa donde los progenitores con hijos pequeños aprenden estrategias basadas en los conocimientos de las ciencias de la conducta y de la educación, con la finalidad de adquirir competencias y recursos suficientes para educar a sus hijos (Pinazo, 1993). [ Links ], American Psychiatric Association. [ Links ], Sánchez–Vidal, Alipio. Green (1984) explica que la educación para la salud es la disciplina que se encarga de transmitir conocimiento acerca de los comportamientos específicos que suponen un riesgo para la salud y sobre aquellos otros que, por el contrario, favorecen y protegen la salud. De este modo, podrá saberse que características de personalidad hacen más probable el consumo, así como que disposiciones motivacionales o que expectativas sobre las drogas lo hacen. En una escala . Esta perspectiva interpretativa ha aportado numerosos avances en el conocimiento de las características psicoactivas de las drogas y del proceso bioquímico de la adicción física, así como diferentes procedimientos de base médico–farmacológica que han resultado eficaces para el tratamiento de las adicciones. Es decir, una droga psicoactiva será aquella sustancia química capaz de producir efectos sobre la psique, con independencia de su clasificación sociológica. 63–73. Modelos interpretativos del consumo de drogas. Frente a esto, el concepto más actual de salud –definido por la OMS– la entiende como algo más complejo: como un estado completo e integral de bienestar físico, psicológico y social; por lo tanto, la salud es algo más que tener o no una enfermedad. endobj Desde esta interpretación se toma en consideración la idea de predisposición psicológica hacia el cuidado de la salud. Este rol que cumple la familia, es trascendental en el nivel de desarrollo que alcanza el individuo. Las condiciones de vida de los individuos involucran aspectos económicos, laborales, materiales, así como las prioridades de valor, las normas grupales y las propiedades relacionales del entorno. [ Links ], Becker, Marshall, S.M. 1987 Las drogas: Análisis teórico y métodos de intervención, Valencia, Nau Llibres. [ Links ], Edwards, Griffith, A. Arif y R. Hodgson. 899–908. Nine theoretical interpretations that approach this question's explanation are studied: juridical model, consumption distribution model, traditional medical model, harm reduction model, social deprivation model, socio–structural factors model, health education model, individual psychological model and socio–ecological model. En un sentido más amplio, tratarían de reducir la aceptabilidad acrítica que contribuye al consumo masivo de ciertas sustancias. En una primera fase de esta nueva etapa, que tuvo lugar en el año 2017, la terminal se inscribió para participar del Programa Airport Carbon Accreditation (ACA) bajo el nivel 1 "Mapping", que consiste en medir las emisiones anuales de gases de efecto invernadero a la atmósfera, o huella de carbono. En este contexto metodológico y teórico se han propuesto acciones de intervención en el ámbito de lo social y de lo educativo, entre las que destacamos las siguientes, como una muestra representativa de las propuestas que ofrece la perspectiva socioecológica. : 91 584 01 06. [ Links ], Freixa, Francesc. ¿Puedo usar fotografías sin pedir permiso previamente? [ Links ], Green, Lawrence. ¿Qué ocurre si uso fotografías sin autorización? En todo caso, su principal aportación es analizar las relaciones existentes entre la oferta y el consumo en un medio social dado. [ Links ], Fleiz, Clara, G. Borges, E. Rojas, C. Benjet y M.E. [ Links ], Pinazo, Sacramento. Este último se presenta con una cierta vocación de síntesis, dado que pretende recoger los hallazgos relevantes de las otras interpretaciones, además de proponerse la superación de sus carencias y limitaciones. 1988 Rational–emotive therapy with alcoholics and substance abusers, Nueva York, Pergamon. Todo consumo de drogas implica la presencia de una persona que realiza una elección conductual, pero también supone una peculiar reacción del organismo ante la acción de una sustancia química, así como unos escenarios sociales con muchas variables condicionantes. [ Links ], Van Avermaet, Eddy. [ Links ], Erben, Rosmarie, P. Franzkowiak y E. Wenzel. • El control de la disponibilidad de sustancias tóxicas en la sociedad influirá sobre el número de individuos que abusan de ellas. 4 0 obj McInerney, R. DiGiuseppe y R.J. Yeager. Los comportamientos cotidianos se asientan no sólo en decisiones individuales e influencias microsociales, sino también en estos otros factores de amplio alcance. El consumo de drogas se interpreta desde la interacción de tres constelaciones de factores explicativos: a) la droga: los efectos psicoactivos y el significado social de la droga; b) la persona: las características psicológicas y orgánicas del sujeto consumidor; c) el ambiente: las características de los contextos en que se encuentra integrado ese sujeto a lo largo de su ciclo vital (Berjano y Musitu, 1987). Tel. 1982 "Nomenclature and classification of drug and alcohol related problems: A shortened version of a World Health Organization memorandum", en British Journal of Addictions, núm. El concepto de "consumo responsable" emerge como propuesta fundamental de esta perspectiva interpretativa. Superintendent of Documents. • Se consideran las experiencias socializadoras de los sujetos como vectores de fuerza que condicionan su comportamiento social. 1987 Health promotion in nursing practice, Norwall, Appleton–Century–Crofts. 2000 European Alcohol Action Plan, Copenhague, Regional Office of the WHO. Así, cabrá diferenciar dos formas de consumo abusivo (Pons, 2007): • Consumo abusivo cuantitativo: el consumo de una sustancia particular en una cantidad y frecuencia que sobrepasa los límites tolerables para el mantenimiento de la salud de la persona consumidora. • Programas basados en la provisión de jeringuillas y agujas estériles a quienes consumen drogas por vía parenteral. [ Links ], Gil–Lacruz, Marta. Los múltiples elementos implicados determinan una complejidad de aspectos que deberán considerarse para poder entender y abordar de manera exhaustiva este problema social. Si quieres usar fotos con derechos de autor y/o derechos de imagen, tendrás que conseguir la autorización, por un lado, del autor o de quien tenga actualmente los derechos de explotación de la fotografía (ya que puede que el fotógrafo los haya cedido) y, por otro lado, de las personas identificables que aparecen en la foto. El contexto social podrá tener un papel modulador del delito o del acto antinormativo, atenuando o agravando tanto sus consecuencias como la responsabilidad personal implicada en el mismo. [ Links ], Jessor, Richard. Considerarlo desde esta perspectiva, es decir, en función de la posición relativa que ocupa en los diferentes grupos de referencia, implica que el sujeto queda vinculado a su entorno y a la realidad social en que vive y desarrolla su actividad (Pastor y López–Latorre, 1993). Las intervenciones educativas e informativas se dirigen a cuatro ámbitos: • El ámbito educativo propiamente dicho. [ Links ], Giró, Joaquín. 34, pp. ¿Cuándo es necesario pedir permiso para usar una fotografía? El comportamiento humano no es ajeno a las influencias de factores macrosociales que definen las características históricas, políticas y etnográficas de una sociedad. 1980 "The medical model and the objectives in health education", en International Journal of Health Education, núm. La propia investigación científica en el ámbito de las ciencias sociales y de las ciencias de la salud ha comprobado que la información no reduce por sí misma los comportamientos insalubres (Kramer y Cameron, 1975; Salleras, 1985; Heaven, 1996; Sánchez–Vidal, 1998). Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales, Barcelona, Masson. No obstante, la misma etiqueta de "enfermo" merecerá una cierta reflexión crítica que expondremos en el párrafo siguiente. consideran que la familia tiene un rol fundamental en la educación y culturización del individuo. [ Links ], Pender, Nola. Se ha señalado el hecho comprobado de que la información objetiva es una variable carente de poder suficiente para reducir la probabilidad de consumo abusivo. En términos generales, podemos contemplar las bondades de esta aportación en los siguientes hechos (Pons, 2007): • La consideración de factores que van más allá de los rasgos individuales como explicativos del consumo de drogas. Además de esto, los factores de riesgo no se contemplan de manera aislada, sino interrelacionados, como constelaciones de fuerzas que influyen de modo conjunto e interrelacionado sobre la conducta de un individuo (Pérez de Arróspide, 1998). Su interés, por el contrario, es subrayar la responsabilidad personal en el acto delictivo, y la responsabilidad de intervención coercitiva que tiene el sistema judicial, que deberá responder mediante sanción legal para garantizar, en la medida de lo posible, la salud pública y la seguridad colectiva. Se analizan químicamente las sustancias y se distribuye material informativo. 1979 The ecology of human development, Cambriedge, Harvard University Press. [ Links ], Berjano, Enrique y G. Musitu. 1985 Educación sanitaria: principios, métodos y aplicaciones, Madrid, Díaz de Santos. Al hablar de ambiente no sólo se contemplan los factores físicos y sociales, sino también las percepciones y cogniciones que tienen las personas sobre aquél, es decir, el sentido y significado que el ambiente adquiere para las personas que interaccionan en él y con él. En términos generales podemos diferenciar nueve grandes aportaciones interpretativas que analizaremos por separado en este artículo: modelo jurídico, modelo de la distribución del consumo, modelo médico tradicional, modelo de reducción del daño, modelo de la privación social, modelo de los factores socioestructurales, modelo de educación para la salud, modelo psicológico individualista y modelo socioecológico. En los centros de salud la responsabilidad de transmitir conocimiento sobre este tema corresponde al médico. • El daño es lo importante, no el consumo en sí mismo. • Demanda de la legalidad controlada de ciertas sustancias institucionalizadas –especialmente, cannábicos– con la finalidad de eliminar los problemas de criminalidad asociados tanto a la demanda como a la oferta. Además, su principal novedad epistemológica se halla en la consideración del adicto como un enfermo y no como un desviado social. • La concepción del ser humano como un ser social, sometido a determinadas influencias de su ambiente sociocultural. [ Links ], Todo el contenido de esta revista, excepto dónde está identificado, está bajo una Licencia Creative Commons, San Rafael Atlixco No.186, Edif. Al acceder o usar el servicio, manifiestas haber leído las condiciones de acceso y aceptas las mismas. 177–206. • El patrón general de consumo de sustancias institucionalizadas en una sociedad dada predice la cantidad de consumidores que abusan o dependen de ellas: cuanto mayor es la media general de consumo, más grande será la proporción de individuos abusadores o adictos. Así, los estilos de vida saludable de una persona estarán definidos por una serie de factores interrelacionados, tales como: características individuales y del entorno microsocial inmediato –familia, amigos, trabajo, comunidad, entre otros–, factores macrosociales –sistema social, cultura de valores imperante, medios de comunicación– y medio físico geográfico en que se desarrolla la conducta de los individuos. Desde esta perspectiva interpretativa se proponen medidas tendentes a reducir o eliminar los factores ambientales que puedan favorecer el consumo abusivo de sustancias o la toxicomanía. 1996 Adolescent health: the role of individual differences, Londres, Routledge. El modelo de distribución del consumo aparece estrechamente vinculado a procedimientos de control legislativo, en el sentido de que depositará su confianza en los recursos legales como medida preventiva; en este caso, dirigidos al control de la disponibilidad de las drogas. Medina–Mora 2007 "Uso de alcohol, tabaco y drogas en población mexicana: Un estudio de cohortes", en Salud Mental, núm. Se trata de materiales y estrategias que informan a los jóvenes acerca de cómo reducir los riesgos asociados al uso recreativo de drogas. • El consumo de sustancias puede verse influido por los cambios en las normas que regulan su distribución. En este sentido, el fenómeno del consumo de drogas se redimensiona como problema social. En ambos casos, uno de los puntos clave es que el consumo de drogas en cada persona concreta es aceptado como un hecho que surge de su decisión particular. Al fin y al cabo, la sociedad, los grupos sociales y la cultura no son otra cosa que individuos en acción, lo cual nos lleva a pensar que, así como lo social repercute notablemente sobre lo individual, las personas y su actividad son las que crean y definen a la sociedad. 467–479. Considera la dependencia de las drogas como una enfermedad caracterizada por una pérdida del control del individuo sobre su consumo. (1993) se refieren a él como un intento de aminorar las consecuencias adversas que sobre la salud, lo social o lo económico tiene el consumo de drogas, sin requerir, necesariamente, la reducción de su consumo. En definitiva, la divulgación de la información de temas relacionados con la salud es necesaria en una sociedad libre y avanzada, pero no es suficiente para efectos preventivos. No obstante, el modelo jurídico no incide en el análisis pormenorizado de las interacciones e influencias entre la persona y la droga o entre la persona, la droga y el ambiente. Sin embargo, lo económico se contempla de manera limitada y se prioriza la relación del consumo de drogas con las clases sociales más deprimidas. • Programas educativos basados en la reducción de daños. No toma en consideración suficientemente los factores y condicionantes supraindividuales que explican por qué una persona es lo que es y hace lo que hace. Aumento la dificultad usando la mano derecha para los desechos que van del lado derecho y la izquierda para los otros. El compromiso con el grupo de referencia supone la adopción de aquellos modos de comportamiento susceptibles de satisfacer unas determinadas expectativas de los demás (Van Avermaet, 1992). Un factor de riesgo no sólo hay que buscarlo en la persona, sino también en sus entornos. A los profesionales y a las autoridades les compete disponer las condiciones que reduzcan los daños físicos, psicológicos y sociales que a la persona le puede reportar su consumo, así como reducir la incidencia negativa sobre el resto de los individuos. El modelo socioecológico se presenta como una alternativa plausible para explicar la problemática del consumo de drogas desde las ciencias sociales y para intervenir eficazmente sobre ella, dada su vocación integradora. • Considera a la salud como la simple ausencia de enfermedad, es decir, la salud consiste simplemente en no estar enfermo y quien tenga un problema de salud será siempre etiquetado como enfermo. [ Links ], Pons, Javier y E. Berjano. 1986 "Genetic and clinical implications of alcoholism and affective disorder", en American Journal of Psychiatry, núm. Es decir, pretende proteger al individuo y a la sociedad de los males derivados de las drogas no institucionalizadas. 359–365. • También se ha mencionado que las drogas institucionalizadas, pese a su estatus legal, son causa de morbilidad y mortalidad en mayor medida que las sustancias ilegales, pues el factor de disponibilidad social incrementa la probabilidad de consumo. • Es un modelo más orientado a la enfermedad que a la salud (Friedman, 2002). 12, pp. • Fomentar una cultura de la utilización racional del ocio y el tiempo libre. [ Links ], Pastor, Juan–Carlos y M.J. López–Latorre. El consumo abusivo, aun sin ser necesariamente adictivo, representa una modalidad de riesgo para la salud, tanto por la morbilidad asociada a la toxicidad de las sustancias, como por la interferencia que el efecto psicoactivo puede ejercer sobre determinados comportamientos. Su punto de partida se halla en la idea de que las actuaciones humanas dependen, en gran medida, de contextos más amplios. 2007 Materiales para la intervención social y educativa ante el consumo de drogas, Alicante, Editorial Club Universitario. Herd y N.E. Será necesario también fomentar el aprecio a la propia salud como un valor destacado, mediante estrategias de intervención educativa, pues sólo así la información podrá tener algún efecto preventivo. Es, por tanto, un concepto genérico y como tal debe ser entendido. Weiss, J.A. Por otro lado, la consideración de enfermedad no está libre de valoraciones sociales. El consumo resulta gratificante para la persona y la sociedad no tiene derecho a reprimirlo. [ Links ], World Health Organization. A partir de lo anterior, podemos enumerar una serie de principios que ayuden a comprender mejor el problema del consumo de drogas desde la interpretación psicoindividualista (Pons y Berjano, 1999): • El consumo de sustancias satisface en el individuo alguna necesidad física, psicológica o social, y la dificultad de una persona para satisfacer estas necesidades por otros medios explica la adicción psicológica. Se busca adaptar el lenguaje comunicativo utilizado a las características del público receptor para que el mensaje aumente su capacidad persuasiva. 2004 "Uso y abuso de alcohol en México. La intervención se conceptualiza desde la prevención primaria, entendida como una tentativa científica dirigida a conocer los factores posibilitadores de un problema social –factores de riesgo– y a tratar de reducir su probabilidad de aparición. • El ejercicio de las actividades terapéuticas es más fácil y menos costoso, pues se interviene para reducir el daño y no para dar tratamiento que modifique el comportamiento, el carácter o las actitudes de la persona. Sin embargo, es un hecho comprobado que no todas las personas conceden a su propia salud una prioridad destacada dentro de su escala de valores. Se desarrollan programas de intervención comunitaria orientados a la creación de posibilidades de ocio nocturno dirigidas a adolescentes y jóvenes, que ofrezcan alternativas al ocio basado en el mercantilismo y el consumo de sustancias. Será muy difícil comprender lo que los individuos llegan a ser en cualquier ámbito de la vida social sin hacer referencia al armazón social, cultural e histórico bajo el cual se organizan y toman forma los entornos de su vida cotidiana. Al contrario, se parte siempre de la noción de las personas como sujetos activos en la definición de sus conductas –aun cuando reciban las influencias del medio sociocultural–. El foco de interés es el propio producto y su situación legal. %���� Lo anterior nos lleva a considerar el concepto de situación sociológica de la droga en las sociedades industrializadas y a diferenciar tres posibilidades (Berjano y Musitu, 1987): • Sustancias institucionalizadas: mantienen un estatus de legalidad controlada en cuanto a su producción, distribución, publicidad y consumo, además de recibir valoraciones mayoritariamente acríticas del medio social. A partir de estas premisas se realizarán descripciones pormenorizadas del consumo de diversas drogas en distintos grupos sociales en función de los mencionados factores socioestructurales. No obstante, la explicación socioecológica no debería ser tomada como una especie de "cajón de sastre" en el que cabe todo aquello que tiene diferente ubicación en los diferentes modelos interpretativos. En términos generales, se interesa por el estudio del consumo de drogas como categoría patológica y no como conducta. 1989 Alcoholism. La palabra "enfermo" es susceptible de ser usada con un tono claramente despectivo en el lenguaje cotidiano y, en otras ocasiones, podrá ser una manera de estigmatizar a una persona que padece una dolencia física. Aprendemos por socialización que la relación con un enfermo puede ser desagradable, pues al fin y al cabo un enfermo es alguien "distinto". 1993 Propuesta para un programa de prevención del consumo de drogas en niños en edad escolar dirigido a los padres, tesis doctoral dirigida por Enrique Berjano y G. Musitu, Valencia, Universitat de València. • El ámbito comunitario. stream Lo anterior sugiere la actuación de factores de riesgo, entendidos como variables predisponentes, concepto ya explicado cuando se expuso el modelo psicoindividualista. Del mismo modo, la consideración fatalista del consumo de drogas como un hecho inevitable recuerda también a la ética neoliberal en el sentido de aceptar las desigualdades como un hecho inevitable e inherente a la dinámica social y a la libertad de cada individuo para elegir su propio destino. Una visión global, Caracas, Monte Ávila. 77, pp. This article analyzes different interpretive models that try to understand and explain the drug consumption problem. 4–9. Las actuaciones preventivas tendrán las siguientes características: • Se actúa sobre el factor de riesgo, intentando encontrarlo en los mayores grados posibles de profundidad. Este consumo se conceptualiza como una conducta que resulta de un complejo campo de fuerzas en el que se integran las características de la persona y las de sus ambientes. Es complejo definir un concepto como el de reducción del daño, que abarca campos tan distintos como la terapéutica de las drogadicciones, el significado y papel social de las drogas o la consideración moral de su consumo. 140–147. La droga, desde este modelo, es percibida como un elemento peligroso y capaz –en determinadas circunstancias y en manos de determinadas personas– de crear situaciones de riesgo que hagan peligrar la integridad física de los individuos y la salubridad colectiva. [ Links ], Heaven, Patrick. Desde esta perspectiva se contempla el consumo de drogas como un problema que afecta a la salud física, psíquica y relacional de las personas y que puede ser reducido mediante procedimientos educativos. De esta manera se sugiere que factores tales como la pobreza, la discriminación o la carencia de oportunidades, que pueden aparecer como producto de la sociedad urbana industrializada, se convierten en terreno abonado para la aparición del fenómeno del consumo de drogas. Las medidas legales forman parte de la promoción de la salud, en tanto que ésta es un ámbito de intervención multidisciplinaria, que incluye la acción legislativa en la misma medida que la educativa, la política o la asistencial (Breen y Arnold, 1998). Este enfoque coincide con el modelo médico tradicional en la confianza depositada sobre la transmisión de información a la sociedad como una estrategia reductora de la incidencia del consumo de sustancias. Para tal fin se podrán utilizar los conocimientos acumulados por la investigación en las ciencias del comportamiento. Sin embargo, la concepción contemporánea de la salud, definida por la OMS, entiende que el estudio y tratamiento de la enfermedad ha de ser una parte –muy importante, en todo caso– de un todo que es la consecución plena y global de la salud. Por otra parte, aunque esta interpretación reductora de daños coincida con las reivindicaciones de algunos sectores progresistas, es preciso señalar que, en su filosofía de fondo, este modelo coincide con los principios neoliberales de no intervencionismo, individualismo, reducción de gastos públicos y liberalización mercantil. En el cuadro 1 se sintetiza esta explicación, cuya comprensión, de nuevo, requiere la consideración de la interacción entre los factores y su repercusión mutua. La conducta de consumo de drogas no puede interpretarse, desde este modelo, sin estudiar los rasgos de personalidad, las necesidades particulares, las actitudes, los valores, los hábitos de conducta o los estilos de relación social del individuo consumidor. 1984 "Health education models", en Joseph D. Matarazzo, S.M. x��\�n�H��;�Q�mv����z�x���=d�@˴€"5��A�{�'�q9�[UMʲٴ:!i�%�Ȫ��������UzOW���ã�*�~L�ه×�jU��8�|^$��,��UZ�/^��'���d��`BpG�����`�̓w$��$����6×��{́o<6�~1���ɯ�{��$|��~Wq�v��7�6q�p����"HP���sD���c�/�o��N�s�&�gl�,^O��.��u��� �����C�i+�ܷ��\.meݐ���RُM8�c�"�� 1Ɇ������#�R֓ܳ�� [Y���V։�k)�"e=6:�,e�g�V��le�g��� �|KY|&me�������=˱��3a+�*�������N�#KY��c��3�,e}�[Yϱ�;|f�w��9U��ls���uN��z!�g�c*jϩ��\ú]� �\H�6˨h[F. La revisión y evaluación del control interno es un aspecto fundamental en la ejecución del proceso de auditoría, por tanto se requiere que los profesionales contables desarrollen procedimientos enfocados a la evaluación del sistema de control interno. • Propone que la prevención de cualquier enfermedad o dolencia debe basarse en la divulgación entre la población de los conocimientos acumulados por la ciencia acerca de qué factores causan los problemas de salud. 2002 DSM–IV–TR. Por ello, intentaremos sistematizar en este trabajo las características de las interpretaciones teóricas mencionadas, con la finalidad de presentar una visión tan exhaustiva como sea posible de la problemática del consumo de drogas. Este modelo ha sido denominado por algunos autores como "jurídico–represivo", por cuanto representa una perspectiva de lo jurídico orientada hacia la represión y el castigo, con lo que se denota una vocación moralizante (Vega, 1992). La definición de la OMS pretende, precisamente, hacer hincapié en esta cuestión: que no todos los problemas de salud son enfermedades y que la salud es una experiencia integral de bienestar, superior a la simple ausencia de enfermedad. Desde esta perspectiva, la salud no puede definirse en el individuo per se, sino por referencia a su entorno total: físico, social, económico, cultural… En este sentido, la salud no es un atributo del individuo mismo, sino de su interacción con el campo de fuerzas y relaciones en que se desarrolla su conducta (Sánchez–Vidal, 1998). La reducción de daños puede ser vista como un objetivo de un programa de tratamiento –por ejemplo, los programas de mantenimiento con metadona–, pero también como un acercamiento ético y pragmático a la problemática social de las drogas, que hace hincapié en reducir las consecuencias negativas del uso de sustancias más que en promover la abstinencia. 2. Es el caso del alcohol y el tabaco. La explicación socioecológica tiene sentido por sí misma, por cuanto contempla a los consumidores y a los factores no de forma aislada, sino integrados dentro de una estructura ambiental más amplia que les otorga sentido, y de la que, a su vez, son creadores. 1991 "Aspectos médicos y sociales del consumo de drogas", en Domingo Asun, J. Alfaro, R. Alvarado y G. Morales, comps., Drogas, juventud y exclusión social, Santiago de Chile, Universidad Diego Portales.

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